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El crepúsculo del empleo estable

En el transcurso de esta crisis se está confirmando la asimilación de una nueva mentalidad. Está siendo un proceso largo iniciado ya a finales de los noventa. Se trata de la asimilación de una nueva relación empresa-trabajador. Desde hace muchos años se viene configurando la preponderancia del contrato temporal (en cualquiera de sus modalidades) sobre el indefinido de una forma avasalladora. Para la mentalidad anglosajona todo trabajo es temporal y es un planteamiento que está costando asimilar en nuestro país.

[caption id="attachment_1047" align="aligncenter" width="560"]Comparación contratos indefinidos y temporales sobre un total. Fuente SEPE. Comparación contratos indefinidos y temporales sobre un total.[/caption]

Poco a poco nuestro imaginario va asimilando la nueva percepción del trabajo y en un proceso muy lento, vamos saliendo de la idea del trabajo para toda la vida en la misma empresa y con el mismo equipo. Para un joven de 25 años es inconcebible un planteamiento de toda la vida en la misma empresa. De hecho el planteamiento de estar más de tres años en la misma empresa es también inaceptable. Es cierto que todavía quedan bastiones en donde los trabajadores permanecen durante décadas en la misma empresa, pero esta situación va a ser cada vez más infrecuente. Se ha producido la paradoja de que la temporalidad que han establecido en sus contratos laborales las grandes empresas  y organizaciones ha sido asimilada también por los perfiles cualificados y con talento en sus "contratos mentales" con esas mismas organizaciones. Esta es la base de  lo que se llama ahora gestionar el talento y que en pocos años será la base principal de la gestión de recursos humanos.

Sobre este fenómeno cada vez más consolidado se me ocurren dos preguntas: ¿por qué?  Y ¿Es positivo que esto ocurra?

Con todas las salvedades que requiere hacer un análisis tan espontaneo, me atrevería a explicar el porqué de la rápida asimilación de los contratos temporales en nuestro mercado laboral. A continuación facilito los siguientes factores para vuestra reflexión.

  1. Era una necesidad del sistema legislativo laboral español para ser competitivos en el nuevo marco de la Unión Europea. La primera ley que regulaba las empresas de trabajo temporal fue publicada en el BOE en el año 1994. Pincha aquí
  2. No hay producción suficiente que justifique creación de posiciones indefinidas. No hay carga de trabajo desgraciadamente, debido a un proceso de implantación de tecnología muy eficiente.
  3. La progresiva desaparición del entramado industrial en España y el auge del sector servicios en los últimos veinte años.
  4. Las sucesivas reformas laborales que han fomentado dicho contrato y el abaratamiento del despido con el visto bueno de sindicatos y patronal.
  5. La brecha digital que supuso una revolución en la organización interna de las empresas a principios del año 2000.
  6. También un cambio en la mentalidad del/a trabajad@r con cualificación y talento y su capacidad de desarrollar su trabajo en organizaciones distintas a lo largo de su carrera profesional. Es un caso distinto, pero podemos relacionarlo con la nueva tendencia.

¿Es positivo que ésto ocurra?

La respuesta es compleja aunque por supuesto existen contrapartidas positivas y negativas. La negativa es el alto volumen de precariedad asociados a muchos contratos laborales. Todos en mayor o en menor medida lo hemos sufrido en alguna ocasión. El aspecto positivo es que permitió en los años de bonanza que un alto número de trabajadores se pudieran incorporar al mercado laboral de acuerdo a unas necesidades puntuales. Sin duda también mejoró la posibilidad de evolución y competitividad de empresas con dificultades para contratar.

Sin embargo, como muchas leyes en este país ha sido un proceso incompleto, ya que han faltado sanciones a muchas empresas que excedían el número de trabajadores temporales y se ha producido un abuso.  A lo largo de los últimos diez años la proporción de contratos indefinidos sobre los temporales ha sido de un 10% de media. Con los cual, lo que se genera en un contexto de crisis es un gran desastre por la gran vulnerabilidad de estos trabajadores.

Es cierto que en la reforma del año 2010 se acordó mejorar progresivamente los días de compensación por despido en contratos temporal, lo cual era un reclamo social desde hacía mucho tiempo. http://todo-laboral.blogspot.com.es/2013/01/se-incrementa-en-2013-la-indemnizacion.html

Es decir, por lo que hemos visto en este post,  podemos constatar que el trabajo temporal ha venido para quedarse. Si no podemos con el enemigo, tal vez nos podamos unir a él de una forma inteligente. Eso lo veremos en el próximo post:

La nueva lealtad de trabajar por proyectos

Espero vuestros comentarios.

Gracias por vuestra atención

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