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No necesito un futbolín en la oficina

Tal vez os choque la afirmación que da título a este post, pero me ha parecido interesante recalcar un aspecto que parece una tontería pero no lo es tanto. Se trata del proceso de humanización de nuestros entornos profesionales y centros de trabajo, a mi juicio, mal enfocado desde algunas organizaciones. Cada vez es más frecuente hablar de empresas que ofrecen piezas de fruta  diariamente, espacios con sillones de colores, futbolines, billares e infinidad de elementos antiestrés. Creo que en el fondo subyace antes de nada, un afán por emular a Google y demás empresas de Sillicon Valley que figuran siempre en las listas Great Place to Work. Pero también debo añadir que este planteamiento de humanización de los puestos de trabajo se trata de un honesto y gratificante intento de mejorar y flexibilizar las relaciones y el tiempo que pasamos en la oficina. Sinceramente creo que es un fenómeno emergente positivo y muy estimulante que haya una políticas corporativas en ese sentido.

¿Cuál es la objeción os preguntaréis? Desde mi punto de vista, estas iniciativas deben de surgir de un proceso natural desde los valores y filosofía de la organización que las desarrolle. Me es indiferente del todo si me colocan un sofá rojo y azul en la cafetería y una caja llena de piezas LEGO, además de una plei y la posibilidad de poder tomar un café mientras suena música cool, si no soy capaz de imaginarme en ese mismo entorno con mi jefe.

guarderias

Sería curioso como en la cafetería se podrían producir situaciones de este estilo:

-          Paco, ¿me has enviado el reporting de este mes?

-          No. Espera que termino de montar este castillo y voy p’alla.

-          Vale, date prisa.

-          Ok, iré cuando acabe este temazo de Foo Fighters.

-          Perfecto

Tampoco me imagino tomando una cerveza el viernes por la tarde con un directivo que probablemente no ha dirigido la palabra a nadie de mi equipo en toda la semana. No significa que este directiv@ sea peor o mejor persona. Mas bien, quiero decir que las cosas tienen que fluir y por mucho que se intente no dejará de ser más que un teatrillo bien intencionado.

Es decir, los entornos de trabajo del estilo Google están asociados a un contexto de trabajo muy muy determinado y éste no es fácilmente exportable. La impronta cultural de una zona de trabajo y el carácter propio de los trabajadores de una misma compañía multinacional puede ser muy diversa en distintas partes del mundo.

Lo que yo le pediría a una empresa a día de hoy es que sea capaz de generar equipos cohesionados y desarrollar mi talento de forma que tenga que invertir el mínimo tiempo posible en la oficina. Que genere estrategias para que las oficinas sean entornos efímeros y saludables donde la innovación no esté penalizada y los errores sirvan para que todos aprendamos. En definitiva racionalización de horarios y trabajo en red colaborativo.

En esta compleja estrategia juega el papel principal el departamento de selección la hora de saber absorber el talento que se ajuste a la estrategia que esté definida en ese momento de la compañía.

Mientras tanto disfruta de tus compis y aprende con ell@s. Son casi como tu segunda familia.

 

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